Tal día como hoy en 1831 el general José María de Torrijos y Uriarte es fusilado en compañía de los 52 hombres que le habían seguido en su empresa de restablecer la libertad en España.
Torrijos fue hombre de la época de los reyes Carlos IV y Fernando VII. Dos reyes conocidos en la historia de España por el famoso tratado de Fointanebleau en que Napoléon «los engaña» y toma presos a padre e hijo en Francia para invadir España. Se inicia así la Guerra de la Independencia contra los franceses y a su vez en Cádiz se da un suceso espectacular: la creación de la primera Constitución española: «La Pepa» de 1812, de carácter liberal. 
Si continuamos con la historia, como bien sabéis, ganamos la guerra, Napoleón y sus tropas se fueron de España y Fernando VII volvió como rey de España, pero en este caso, con el Manifiesto de los Persas, volvió como monarca Absoluto a España y derogó la Constitución de 1812. Aquí comienza una historia entre absolutistas y liberales en España, donde destacará Torrijos por su intento libertador.
Torrijos se exilió del país, ya que Fernando VII tomó represión contra todo aquel o aquella (caso de Mariana Pineda también) de idea liberal. Desde el exilio Torrijos comienza a conspirar contra el régimen aboslutista de Fernando VII, poniéndose al frente de los liberales españoles exiliados del país. Por ello, de Francia llegará clandestinamente a Gibraltar, desde donde mantenía correspondencia secreta con algunos liberales en Málaga que ya estaban desesperanzados.
Apareció en esta correspondencia «Viriato» (el gobernador de Málaga), quien le dijo que podía desembarcar sin ningún problema en Málaga, siendo realmente una trampa para que Torrijos volviera a España y cogerlo preso. Así, Viriato le dirá que desembarqué en la playa de la Cala del Moral. Tras 40 horas de viaje, y con dos barcos escoltándoles, divisan tierras malagueñas, pasando por la Cala de Mijas, piensan que están en el destino y se desvían hacia la costa. El barco Neptuno (esperándoles para la trampa), divisan que desembarcan y creen que es una huida de Torrijos, y comienzan a atacarles y a bombardear. Al darse cuenta Torrijos y sus hombres que es una trampa, no les queda más que la playa de El Charcón de la Cala de Mijas como único escondite y refugio para huir.
Torrijos y los liberales deciden huir hacia el interior (la Sierra de Mijas), imaginad en aquella época con la ropa mojada, botas, abrigos (pues era invierno), armas pesadas de la época, etc. Pero se puso a su vez todo un dispositivo en Málaga para capturar a los liberales. Continuaron su camino hacia la Sierra y se refugiaron en la alquería del Conde de Mollina (Alhaurín de la Torre), allí se asearon, se curaron las heridas… Necesitaban una noche para descansar después de la huída. 
Mientras, el enemigo ocupaba posiciones contra los liberales. Tras horas y horas de asedio a la alquería, disparos y conversaciones, los liberales alzaron una bandera blanca en señal de rendición. Los liberales salieron y fueron apresados uno a uno y llevados a la cárcel. Torrijos se había dado cuenta ya del gran engaño que le habían hecho.
El día 11 de diciembre de 1831, a las once y media de la mañana, fueron fusilados en el barrio malagueño de El Bulto, sin juicio previo ni nada. Un acto injusto, de tantos que realizó la represión del rey absoluto Fernando VII. 
Hoy día Torrijos y sus compañeros se encuentran enterrados en la Plaza de la Merced de Málaga, como monumento por la libertad en memoria de este día. Seguro que muchos/as de vosotros/as habéis pasado por allí y no sabíais que allí se encuentran los cuerpos de tantas personas. Pero como anécdota también hay que decir que uno de sus hombres no está enterrado con él, se trata de Robert Boyd, de origen irlandés, que se encuentra enterrado en el cementerio inglés de Málaga (al frente de la plaza de Toros de Málaga).
Actualmente la Asociación Histórico-Cultural Torrijos por la Libertad trabaja para recuperar su memoria histórica.
Fotos: Wikipedia
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